Esto está ocurriendo hoy: una limpieza étnica, y la mayoría del mundo ni se ha enterado.
El continuo bloqueo del corredor de Lachin por parte de Azerbaiyán provocó una crisis humanitaria. Los 120.000 armenios se quedaron sin acceso a alimentos, medicamentos, gas y electricidad. El corredor de Lachin —la carretera de la vida— era la única vía que conectaba a los armenios de Artsaj (Nagorno Karabaj) con la República de Armenia.
El 24 de septiembre comenzó el exilio forzado de la población de la República de Artsaj hacia Armenia. Desde entonces, debido al caos y los atascos de más de 100 km en la carretera Stepanakert-Goris, la situación no ha hecho más que agravarse. Además, la explosión en una gasolinera causó otra tragedia, con numerosos muertos, en pleno éxodo. Según el Gobierno armenio, el 26 de septiembre el número de desplazados superaban los 13 000. Además, miles de civiles en Artsaj tienen necesidades humanitarias extremas, ya que muchos están separados de su familia.
“A los armenios les debemos una explicación”, reconoció en una entrevista el escritor Gonzalo Hernández Guarch. Tiene sus razones para opinar así; basta con repasar la historia de este territorio.
