El presidente de FIJET España y Doctor Honoris Causa de la Universidad Haybusak de Ereván presentó en Madrid una visión sobre el futuro del turismo post-COVID, la sostenibilidad y el papel de la gastronomía como eje estratégico de desarrollo.

Miguel Ángel González Suárez analiza el nuevo orden turístico global en el I Congreso Europeo de Turismo y Gastronomía

Madrid - En la sede de la Comisión Europea, el presidente de FIJET España y Doctor Honoris Causa de la Universidad Haybusak de Ereván, Miguel Ángel González Suárez, ofreció una ponencia magistral durante el I Congreso Europeo de Turismo y Gastronomía, en la que analizó los cambios estructurales que están transformando el ecosistema turístico mundial. Su intervención abordó la evolución del “turista 4.0”, los retos de la digitalización y la transición hacia un modelo de turismo sostenible, regenerativo y con valor añadido.

Miguel Ángel González Suárez analiza el nuevo orden turístico global en el I Congreso Europeo de Turismo y Gastronomía

Según González Suárez, el turismo ha entrado en una nueva fase caracterizada por la hiperpersonalización, la conciencia expandida y la experiencia phygital, que combina lo físico y lo digital. Con datos actualizados, señaló que 2024 cerró con más de 1.400 millones de llegadas internacionales, superando los niveles previos a la pandemia, y que el primer semestre de 2025 mantiene un crecimiento interanual del 5%.

Durante su intervención, el presidente de FIJET España identificó siete grandes disrupciones que redefinen el comportamiento del viajero contemporáneo: desde la “termomigración turística” —la búsqueda de climas más equilibrados y temporadas intermedias - hasta la sostenibilidad holística, la biometrización de los flujos fronterizos y la aparición del viajero multipropósito, capaz de integrar en un solo viaje trabajo, bienestar, formación y experiencias culturales.

Entre las tendencias emergentes, González Suárez destacó conceptos como los “coolcations” (viajes a destinos fríos como nuevo lujo climático), el “quiet luxury”, el turismo intergeneracional y el astroturismo certificado, que combina ciencia y contemplación del cielo estrellado.

Mirando hacia el horizonte 2026-2035, presentó un mapa estratégico de transformación basado en ocho ejes: la descarbonización del transporte aéreo, el desarrollo de destinos inteligentes, la gestión predictiva de flujos turísticos mediante inteligencia artificial y la consolidación de los nómadas digitales como segmento estructural del turismo global. También propuso nuevos indicadores de rendimiento, orientados no al volumen de visitantes, sino al impacto positivo en la economía local, el equilibrio ecológico y la calidad de vida de los residentes.

En un giro conceptual, González Suárez destacó que la gastronomía debe dejar de verse solo como un atractivo turístico y pasar a considerarse una infraestructura crítica de cohesión territorial. Citando estudios de la Comisión Europea, explicó que cada euro invertido en gastronomía rural genera un efecto multiplicador superior al 70% gracias a las cadenas productivas locales. Además, subrayó cinco funciones estratégicas del sistema gastronómico: motor de economía circular, tecnología social contra la despoblación, herramienta de diplomacia cultural, práctica de sostenibilidad ambiental y catalizador de transformación digital rural.

El presidente de FIJET España contextualizó la posición de Europa frente a otras regiones del mundo. Mientras Francia, España e Italia mantienen su liderazgo turístico con medidas de control de aforo y tasas de sostenibilidad, Asia-Pacíficoavanza en innovación digital, África en modelos regenerativos, y Oriente Medio apuesta por el lujo tecnológico de gran escala, con proyectos como NEOM o el aeropuerto biométrico de Dubái.

En su conclusión, Miguel Ángel González Suárez planteó la necesidad urgente de una transición hacia un modelo post-volumétrico y regenerativo, donde la industria turística no se mida por la cantidad, sino por la calidad, el impacto positivo y el bienestar compartido.

“El futuro del turismo será sostenible y tecnológicamente inteligente -afirmó-, o simplemente no será viable.”