Arte, memoria y compromiso social

El sueño en mármol del Maestro Avetis: una escultura que habla de paz

En un rincón sereno del paisaje italiano, bajo un cielo que alterna luces y sombras, reposa una escultura de mármol blanco que parece dormir. Tallada con maestría por el artista armenio Vighen Avetis, esta obra - una mano poderosa que sostiene una figura en actitud de recogimiento - es mucho más que una pieza escultórica: es un manifiesto silencioso de paz.

Esta escultura, imponente y delicada al mismo tiempo, sintetiza todo el universo simbólico del Maestro Avetis. La materia, aparentemente rígida, adquiere una fluidez sorprendente en sus manos: los volúmenes se pliegan, los contornos se suavizan, y la piedra se transforma en emoción. En esta obra, la mano no es solo forma, sino gesto; un gesto de protección, de acogida, quizás de memoria. La figura reclinada invita al descanso, pero también a la reflexión. ¿Quién duerme? ¿Qué historia guarda ese silencio?

No es casualidad que esta creación haya sido una de las más evocadoras entre las que Avetis ha donado a su tierra de adopción. Y no es coincidencia que, precisamente ahora, se le haya otorgado el Premio Nazionale Segni di Pace - una distinción que reconoce a quienes han dedicado su vida a promover los valores de la solidaridad, el respeto y la cooperación entre pueblos.

"Su obra representa un ejemplo de extraordinario valor e inspira a quienes creen en un futuro basado en el respeto y la colaboración", escribió Rocco Lanatà, secretario del premio, en la carta oficial enviada al artista. Ese futuro posible - ese que Avetis sueña y esculpe - está presente en cada una de sus piezas, y especialmente en esta: una escultura que parece dormir, pero que en realidad está despierta en lo más profundo del alma de quien la contempla.

El mármol, en manos del Maestro, deja de ser piedra para convertirse en testigo. Esta obra no solo embellece el paisaje: lo transforma. Nos recuerda que el arte no es solo forma ni ornamento, sino testimonio, legado y promesa.

Felicitamos con profunda admiración al Maestro Vighen Avetis. Que este reconocimiento impulse aún más su viaje creativo, y que su escultura siga durmiendo al aire libre... para que nosotros, al verla, despertemos.