Ángeles entre nosotros: una película en homenaje a los médicos de Artsaj, dirigida por Dzhivan Avetisyan

En un mundo donde las noticias se suceden a velocidad vertiginosa y el sufrimiento se convierte en estadística, aún existen artistas que se atreven a detener el tiempo para preservar la memoria. Uno de ellos es el director armenio Dzhivan Avetisyan, conocido por sus películas que exploran el dolor, el coraje y la resiliencia del ser humano. Este otoño, Avetisyan presentará su cuarto largometraje, «El Renacido», tras sus obras anteriores Tevanik, El último habitante y La puerta del cielo.

Paralelamente a esa esperada premier, su equipo ya trabaja en un nuevo proyecto profundamente humano: «Ángeles de los años 20 del siglo XXI». El guion ya está finalizado, el reparto seleccionado y las localizaciones definidas.
Esta nueva película no es una ficción cualquiera. Es una promesa personal, un acto de gratitud y de testimonio. Durante la guerra de 44 días en Artsaj, Avetisyan juró que, si sobrevivía, contaría al mundo la historia de aquellos que salvaron vidas mientras el cielo caía: médicos, enfermeros y voluntarios que se convirtieron en ángeles silenciosos en medio del caos.
Ayer mismo, en un evento íntimo dedicado a esta futura película, estuvieron presentes varios médicos que participaron directamente en la guerra, así como los actores que se preparan para interpretarlos en pantalla. Fue un momento cargado de emoción, en el que quedó claro que este proyecto es, ante todo, una forma de dar las gracias a quienes ofrecieron su ayuda sin pedir nada a cambio.
La película está basada en hechos reales. Historias de médicos que viajaron desde Armenia, desde la diáspora o que vivían en Artsaj. Personas que dejaron atrás la comodidad, la familia y la seguridad para atender a heridos, operar sin luz, calmar con palabras donde no había morfina. El guion entrelaza cuatro líneas narrativas: médicos que vinieron de Armenia, profesionales de Artsaj, sanitarios en la línea del frente y especialistas llegados desde el extranjero, incluyendo Francia, Rusia, Líbano o Siria.
La estructura del guion fue un reto. No era fácil reducir tanta verdad, tanta emoción, a un formato cinematográfico. Pero tras una larga pausa, se definió un camino narrativo. El resultado será una obra coral y profundamente humana. El proyecto ya cuenta con el respaldo de cinco productores internacionales y se rodará como coproducción entre Armenia, Grecia, Bulgaria, Luxemburgo, Francia y Alemania. El rodaje está previsto para 2026, a la espera del apoyo institucional del Fondo Nacional de Cine Armenio.

Dzhivan Avetisyan reconoce que esta película no se puede hacer en soledad. Requiere escenas masivas, equipamiento médico y militar, actores y médicos reales. Requiere también del apoyo emocional y espiritual de todos los que creen en el arte como herramienta de memoria colectiva.
En el elenco se encuentran profesionales sanitarios que vivieron la guerra en carne propia, así como actores que llevan tiempo entrevistándolos para dar voz fiel a sus vivencias. No es una recreación, es un documento vivo, es historia escrita con heridas.
Entre los primeros que apoyaron la película están figuras como el doctor Ara Babloyan y el exdirector del hospital de Stepanakert, Mher Musayelyan. Ambos reconocen lo difícil que ha sido volver a hablar de lo vivido, pero también lo necesario. Porque si no se cuenta ahora, quizás mañana sea demasiado tarde.

«Ángeles de los años 20» es una película sobre aquellos héroes que no llevan armas, sino estetoscopios. Que no disparan, sino que salvan. Que, bajo el fuego cruzado, eligieron quedarse. Es un homenaje, sí. Pero también una advertencia: la historia que no se cuenta, se pierde.